SEGUIMIENTO Y VIGILANCIA ANALITICO DEL PACIENTE CON TROMBOSIS
En general los tratamientos de trombosis consisten en administrar fármacos anticoagulantes por periodos que duren de 3 a 6 meses según exista una causa desencadenante circunstancial (p.e. una intervención quirúrgica) o que no se encuentre, lo cual es potencialmente más peligroso.
El problema actual se centra en la decisión de prolongar o no el tratamiento más allá de 6 meses.
En principio cualquier persona que haya padecido una trombosis tiene más posibilidades de hacer una nueva trombosis que cualquier otra persona.
¿Podemos saber que pacientes tienen más probabilidades de retrombosis y así decidir prolongar el tratamiento?
Sabemos que la obesidad, la inmovilidad y el no usar medias compresivas dan una alta probabilidad de hacer nuevas trombosis pero hoy disponemos de un sencillo test (Dimero D-D) que nos aporta una gran información.
Cada día es más evidente que las personas con un dimero D-D elevado (>500) o con un dimero D-D que aumenta tienen una gran probabilidad para nuevos problemas tromboticos.
La consecuencia práctica es la siguiente; en individuos con dimero D-D elevado tenemos una base muy seria para decidir prolongar indefinidamente el tratamiento anticoagulante, evitando así más problemas.